Viajando por...

Esta vez quería compartir con vosotros en este fabuloso blog mi experiencia en  la Isla de la Graciosa. Dedicado a quien no le gusten los destinos masificados y quiera disfrutar del sol y la tranquilidad.

Playa de las Conchas

Nuestro destino se encuentra situado al norte de Lanzarote, en el Archipiélago ''Chinijo'',(chinijo significa pequeño en canario). La Isla de la Graciosa pertenece a la reserva natural más extensa de toda la Unión Europea que lleva el nombre de su archipiélago con más de 700km2 y se encuentra cerca de uno de los principales bancos de pesca del mundo.

La isla tiene un pequeño puerto al que se puede acceder en barco desde el puerto lanzaroteño de Ozola, siempre que la fuerza del mar lo permita.

Debido a la conciencia medioambiental existente en la zona, la isla no tiene ningún tramo de carretera asfaltada, lo que le da un aire de otro tiempo.

Con 29km2 y poco mas de 600 habitantes también es conocida como ''La Octava Isla'' del Archipiélago Canario. Es una isla volcánica de aspecto salvaje, donde tendrás la sensación de estar alejado del mundo.

Personalmente recomendaría la opción de recorrerla en bicicleta, ya que por un precio muy asequible es posible descubrirla más a fondo y tener la sensación de haber viajado en el tiempo.

Para quien no esté en forma, en el mismo puerto existe un servicio de alquiler de todoterrenos con función de taxi que por sus caminos le llevaran a conocer los rincones de la isla.

La mayoría de los turistas llegan desde Lanzarote para visitar La Graciosa en el día, retornando al final de la jornada pensando que se trata de un recurso como cualquier otro. La isla merece tomarse un tiempo para disfrutarla porque cada segundo que pases en ella, más te costará dejarla. Por eso quiero recalcar que también existe la posibilidad de dormir en un hostal o en el camping que se encuentra en la misma isla.

Por su clima árido, su belleza y serenidad sin igual esta isla me pide a gritos que vuelva.

Debo recordaros lo importante que es usar protector solar, sobre todo para quien decida recorrer la isla en bicicleta. En mi caso al ser Febrero, mi blanca piel no estaba preparada para el reto y pagó por ello.

Un saludo, Dowi.

Mirador del Río, Lanzarote (desde el cual se puede contemplar La Graciosa)