Tembleque de voz, tembleque de manos, tembleque de"toh" ante este nuevo curso y sus nuevos retos.
Me asignan hablar de cómo se
retroalimentan el Metro de Madrid y el turismo, cómo se afectan el uno al otro,
la manera en que el Metro ayuda al turismo en Madrid, y cómo ha tenido que
adaptarse para cubrir las necesidades de los turistas que llegan a la ciudad
(billetes, tarifas, etc).
Al principio la idea me gusta, ya que
hace tiempo que tengo amigos fuera de España, y siempre les ayudo a planificar
y optimizar su tiempo en la ciudad, ya sea facilitándoles información turística
relativa a los transportes… entre ellos, y casi siempre protagonizando, el
Metro de Madrid.
Debo ser honesta y confesar que, a
medida que me documentaba para preparar mis 5 minutos de gloria ante mis
compañeros, me desanimaba un poco más, porque ni la información que encontraba
me terminaba de convencer, ni sabía qué punto de vista iba a darle a mi
exposición.
A todos estos factores se añadió un
catarro de proporciones magníficas que me tuvo todo el día de la expo hecha
polvo, pero bueno… Nada que un paracetamol caballuno no ayude a mejorar.
En el momento de comenzar a hablar a
mis compañeros, a pesar de que les conocía, y no tenía motivos aparentes por
los que estar nerviosa, se me puso la cara del color de los pimientos morrones,
me tembló la voz varias veces y me quedé en blanco hacia el final del texto,
por lo que me quedó un cierre bastante cutre que me dejó bastante mal sabor de
boca.
Sin embargo, me ha ayudado a aprender
varias cosas:
1.
Que a mayor preparación previa del
tema, mayor seguridad a la hora de relatarlo… Aunque estés hecho un cuadro
catarroso y olvides datos que fueras a contar.
2.
Que si eres una persona que tiende a
ponerse rojita al hablar… mejor situarse a la sombra y evitar que el sol agrave
el asunto del rostro Gusiluz.
Así
que, bueno, se puede decir que fue una experiencia agridulce: me gustó hacerlo,
aunque no estoy conforme con el resultado.
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| Pero la sonrisa siempre por delante =) |
“No te
molestes en ser mejor que tus contemporáneos o tus predecesores,
intenta ser
mejor que tú mismo”.
William Faulkner (1897-1962).
Escritor estadounidense.
