jueves, 26 de noviembre de 2015

Un viaje por la Historia..... Medieval


La visita guiada por el Madrid Medieval comienza en la plaza de la Armería, donde se concentran nuestros nervios, y nuestros “clientes” (sobornados por Geli para que se comporten como deben). Éramos el grupo más numeroso, todos los alumnos de primer curso de GIAT estaban ansiosos por escucharnos, y eso  no fue un gran problema, gracias al micrófono, que intentaba eclipsar cualquier otro sonido, (aunque en ocasiones no lo consiguió).

Las damas de la corte de Alfonso VI, junto con un caballero templario y una tabernera, fuimos los encargados de guiar por estas calles y plazas que nos remitían a los primeros tiempos de la villa.

 “En mi experiencia personal, algunos datos olvidé mencionar, debido a los nervios posiblemente, o a que no me podía centrar. Sin embargo sentí comodidad ante un grupo tan amplio con ganas de escuchar.”

Tras estos versos medievalescos, debo decir que me encargué de la muralla y de la Calle Segovia, dos explicaciones muy relacionadas entre sí. En la muralla pude aprovechar un panel con un plano en el que aparecen coloreados los lienzos de muralla del siglo IX y del siglo XII, muy gráfico para poder situar al grupo. Como este panel era muy codiciado por los guías de la zona, preparé un plano para recordar y recalcar el trazado de la muralla. Lo más significativo son, sin duda,  los restos de muralla que se encuentran en el Parque de Muhammad I, que están siendo reconstruidos. 





Como apoyo gráfico también conté con la hornacina de la Virgen de la Almudena, que se encuentra en el lugar donde Alfonso VI la encontró, junto a la desaparecida Puerta de la Vega.



Respecto a los alumnos que vinieron como clientes, se puede decir que mostraron bastante interés, y se comportaron adecuadamente, siempre teniendo en cuenta, que era una visita larga y pesada en algunas partes del recorrido. Creo que mis compañeros realizaron su trabajo de una manera muy satisfactoria, viéndose una evolución muy clara en algunos casos. El ir caracterizados nos ayudó a poner en situación histórica la visita  y a que todo fuera más vistoso, haciendo un  pequeño pase de modelos en Puerta Cerrada, como excusa para explicar la vestimenta medieval.

En conclusión, ha sido una buena experiencia, y estoy deseando que llegue la siguiente. 


Teresa L.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

DESCALZAS REALES: Un "mini Escorial" en el centro de Madrid.

El miércoles 11 de Noviembre volvimos a bajar a Madrid, como de costumbre, ésta vez teníamos 2 objetivos, por un lado plantear la nueva ruta guiada que vamos a realizar en las próximas semanas del Madrid de los Austrias, y por otro lado, la visita guiada al Convento de las Descalzas Reales, experiencia de la que voy a hablar.

La visita comenzó a las 11 de la mañana y nos la realizó un Guía de Patrimonio Nacional, el cual, al principio de la misma no me inspiró mucho entusiasmo pero que poco a poco consiguió captar toda mi atención, reconociendo que era una guía excepcional. Se notaba que sabía muchísimo de todo de lo que nos estaba hablando y lo contaba con total naturalidad haciendo de la visita un descubrimiento.

El Convento se sitúa en la Plaza de las Descalzas s/n, para que todo el mundo se ubique junto a El Corte Inglés de Cortilandia... ahora ya nadie tiene excusa para poder visitarlo cuando quiera!

Para contaros un poco de sus historia, empezaré por decir que lo fundó Doña Juana de Austria, hermana de Felipe II y princesa de Portugal en 1559, y para ello compró la casa del tesorero de Carlos V, donde el propio emperador se había alojado y dónde Doña Juana había nacido.

Ahora hablaremos un poco de Arte, el edificio es un característico palacio plateresco castellano, con columnas de mármol de Génova en los patios y salones decorados con azulejos y yeserías en tradición morisca, pero con formas ya del Renacimiento.

Lo que más me llamó la atención fue la impresionante escalinata interior, al parecer se hizo entre 1660 y 1684 en diferentes fases y por diversos artistas que utilizaron el recurso del trampantojo. 



Princesas e infantas solían pasar aquí temporadas en el Cuarto Real, donde vivió y murió la emperatriz María y donde se educó a Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, que luego regaló al convento la famñosa serie de tapices de Rubens sobre la Eucaristía, destinada a embellecer la iglesia y el claustro de capellanes durante la Semana Santa, y en concreto, durante la Procesión del Santo Entierro.



Otro de los tesoros del convento es la veintena de capillas sufragadas por las monjas o por sus familias. Destaca la del Cristo Yacente, que es de las más antiguas, las primeras monjas del Convento procedían del Convento de Santa Clara de Gandía, y cuando llegan a Madrid obtuvieron el privilegio de exponer el Santísimo el Viernes Santo y procesionar por el claustro con el Cristo Yacente con un sagrario en el pecho, obra de Gaspar Becerra.




En 1960, tras la obtención del correspondiente permiso para poder levantar temporalmente la clausura, el Convento fue abierto al público y Patrimonio Nacional dedicó una partida económica a su restauración. Actualmente viven en él 18 monjas, y las visitas se realizan por los espacios y a determinadas horas para no interrumpir y molestar la vida de estas monjas en su hogar.

Este Convento está tan ligado históricamente a las mujeres de la Casa de Austria que cabría considerarlo un equivalente femenino del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en pleno centro de Madrid.

Espero haberos convencido con toda la riqueza histórico-artística del lugar, y que aprovechéis para visitar este edificio que consigue trasladarnos a una época muy lejana a través de sus pasillos, escaleras, salas, esculturas, tapices, cuadros... haciéndonos disfrutar de todo tipo de riquezas de la época.

Vanessa.

DESCUBRIENDO MADRID MEDIEVAL

El pasado 4 de Noviembre viví una experiencia que nunca antes había hecho, realicé junto con mis compañeros de clase mi primera ruta guiada por Madrid. Siempre había estado al otro lado, como turista, y nunca me había imaginado que se sentía al realizar tú mismo una ruta y explicársela a un grupo de personas... La ruta elegida fue Madrid Medieval, y aunque desgraciadamente no queda mucho de los edificios, murallas, calles, etc en la actualidad fue una experiencia muy satisfactoria. Quizás por mi propio desconocimiento de la historia de nuestra ciudad en aquella época, aprendí muchas historias de zonas de la ciudad por la que había pasado en numerosas ocasiones y que desconocía.

El miércoles 28 hicimos un ensayo general de la ruta, lo cual nos ayudó mucho para el día clave. Pudimos practicar donde nos íbamos a parar, los puntos para oírnos mejor, etc. Aunque claro está, ese día no había tantos nervios…

Mi grupo y yo decidimos vestirnos de una manera seria para dar imagen de profesionalidad, las chicas del grupo íbamos con falda y chaqueta negra, camisa blanca y por supuesto nuestro pañuelo azul-verdoso identificativo, también decidimos hacernos una trenza para ir lo más parecidas posibles. El único chico del grupo, iba de traje oscuro y gabardina.

El punto inicial era la Plaza de la Armería entre la Catedral de la Almudena y el Palacio Real, la hora de comienzo era a las 9:30. Nos dividimos en 3 grupos de guías con alumnos del centro de las clases de primero de GIAT y de Agencias.
Cual fue nuestra sorpresa cuando a la hora del comienzo sólo teníamos a 2 personas para realizar la ruta… al principio fue un poco frustrante, pero en la siguiente parada vino el grueso del grupo y finalmente pudimos realizar la ruta con un grupo numeroso.

Yo realicé 2 paradas, la primera en la Plaza del Humilladero donde entre otras cosas hablé de la sociedad madrileña en aquella época, la convivencia de las 3 culturas y la figura de San Isidro, puesto que allí se encuentra el Museo de los Orígenes de la ciudad, donde el Santo vivió junto a su mujer. La otra parada, fue la cercana Plaza de la Paja, donde expliqué la vida de la nobleza de la ciudad, las principales familias, sus costumbres, anécdotas y forma de vida… así como una descripción de los edificios que nos podemos encontrar en la transitada plaza.

Mis compañeros realizaron un trabajo excepcional, cada uno de ellos defendió perfectamente las paradas asignadas, y en todo momento, estuvimos muy unidos llevando al grupo por ese entresijo de calles del centro de Madrid, muy cómodamente hasta finalizar la ruta en la Plaza de Puerta Cerrada.
Como experiencia, me gustó mucho sentir la satisfacción de haber realizado con éxito algo que nunca me hubiera imaginado hacer. Me gustó el trabajo en equipo, por lo que me sentí muy cómoda. Y me encantaría volver a repetir…

Sólo tengo palabras positivas de la experiencia!

Vanessa.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Un fin de semana en Santander


Santander se trata de un sorprendente y mágica ciudad.  Una magnifica puerta hacia el Cantábrico. Su elegante arquitectura y numerosos parques, calas y playas, hacen que sea un lugar perfecto para dar interminables paseos.
Tanto Santander, como sus al rededores cuenta con numerosos y muy llamativos recursos (cómo el parque Natural de Cabárceno), sin embargo, debemos dejarlos apartados en nuestra visita express de dos días, para centrarnos en los recursos más interesantes que nos ofrece esta ciudad costera.

Primer día.

Comenzamos por su casco histórico, prácticamente reconstruido en su totalidad debido a un incendio sufrido en 1941. Comenzamos nuestro recorrido por los Jardines Pereda, continuando por el Paseo de mismo nombre, una de las escasas vías a las que el incendio no afectó, por lo que podemos encontrar diversas edificaciones, construidas desde hasta la actualidad. La majestuosidad de estos edificios (muchos de ellos bancos) crean un paisaje único y muy llamativo. Todos ellos, siempre, con vistas al mar. Aquí podemos encontrar una oficina de información turística.



Tras este agradable paseo, visitaremos la Plaza Porticada (o plaza de Pedro Velarde). Inaugurada en 1950, tras el incendio, y construida con un claro estilo neoclásico herreriano, se trata de de uno de los puntos más concurridos de la ciudad, siempre llena de vida. En esta misma se realizó hasta 1990 en Festival Internacional de Santander.




Muy cerca, se encuentra la Catedral de Santander, de estructura gótica, ampliada y reformada en diversas ocasiones, frente a esta, la bella Iglesia de la Compañia, posee un marcado estilo renacentista, es uno de los mejores ejemplos de esta corriente de la zona.



Nuestra próxima parada es la plaza del Ayuntamiento, donde podemos encontrar una importante zona comercial, que continua por las calle Jesús del Monasterio. Cerca de la plaza encontramos el museo de Bellas Artes de Santander.



Tras degustar alguno de los deliciosos platos típicos en algún restaurante de la zona, continuamos nuestro paseo. De nuevo volvemos al Paseo de la Pereda, esta vez caminando junto al Mar por el magnifico muelle, lleno de sorpresas, como la grúa de piedra, que nos habla del espíritu marinero de la ciudad, o el Palacete del Embarcadero, o la escultura de los “Raqueros”, la cual inmortalizó aquella costumbre de los niños, que se lanzaban al agua a recoger las monedas que los turistas les tiraban.



Terminamos nuestro día en el Museo Marítimo, donde descubriremos la historia de Santander, siempre ligada al mar.



Segundo día


Algo obligatorio si visitas Santander es pasear por la península de la Magdalena. Otro magnifico lugar lleno de sorpresas, dónde podemos disfrutar tanto de arquitectura, historia como de la naturaleza, siempre presente.

Desde el Embarcadero Real, utilizado por Alfonso XIII, con unas preciosas vistas, hasta el  Faro de la Punta de La Cerda, un punto estratégico de la península, utilizado antiguamente para defender la ciudad y el acceso a la Bahía de Santander.
Continuamos nuestro recorrido entre parques y merenderos, dónde podemos descubrir pequeñas esculturas en los troncos de los árboles que han sido talados, llegamos hasta el Palacio de la Magdalena, uno de los mayores reclamos de la ciudad. Todo el conjunto, tanto del Palacio como del paisaje te dejarán sin aliento. Fue la residencia de verano del Rey Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia, el cual disfrutaron entre 1913 y 1930. Si queremos disfrutar de su interior, podemos consultar horarios y precios en la web oficial del Palacio (http://palaciomagdalena.com/es/visits/)


Dentro del complejo podemos visitar un mini-zoo al aire libre, dónde encontramos pinguinos, focas y leones marinos. Al lado de este, una plaza dónde encontramos tres autenticas carabelas.


Una buena idea es traernos un piknick y quedarnos a comer un alguno de los múltiples merenderos que encontramos en la península.
Tras comer, podemos pasar nuestra tarde por las Playas del Sardinero y recorrer el paseo marítimo de la Ciudad. De camino, encontramos el emblemático Gran Casino de Santander, construido en 1916.




Para finalizar nuestro viaje, podemos continuar por la Av. Del Faro hasta la Ensenada de Mataleñas, un autentico espacio paradisiaco. Seguimos nuestro recorrido hasta llegar a la Fuente de la Sirena, donde nos encontramos con el faro, desde donde podemos observar Cabo Mayor, un mágico lugar dónde el mar más indomable rompe contra los acantilados.



Bells.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Leveling up... Madrid Medieval

Los objetivos van haciéndose cada vez más ambiciosos, los proyectos más grandes, la carga de trabajo cada vez mayor…

Y seguimos sin perder la sonrisa, afrontando cada reto como los profesionales a los que aspiramos a ser.

El último proyecto sacado adelante: El Madrid Medieval. Con un alto grado de implicación por parte de todos, por lo menos una “menda lerenda”, que no dudó un segundo en plantarse el vestido medieval y aprenderse las callejuelas de la Morería.

¿Cómo he vivido esta experiencia? Como la más real hasta ahora, pese a que el público eran nuestros compañeros de primer curso, ya que era trabajo sobre el terreno REAL, no un simulacro en nuestro instituto, o una exposición virtual en clase.

El simulacro

Puedo asegurar que usar ese cacharro endemoniado llamado micrófono por primera vez no me gustó: se enredaba con el pelo, con la camisa, con la americana, con el vestido medieval, regular el volumen era un suplicio… Luego me di cuenta de que, en realidad, no era problema del micrófono, ni de que no me supiera los contenidos, sino que era todo una cuestión de adrenalina. Porque este viaje formativo se termina, porque comienzo a ser consciente del tipo de trabajo que quiero para, quizá no el resto de mi vida, pero espero que una gran parte de ella, y porque, para qué negarlo, me encanta haber elegido hacer este ciclo y todo lo que éste me está ofreciendo (y no me llaméis pelota, que os estoy viendo).

Se va viendo una evolución grande en todos nosotros. Independientemente de cuánto nos guste, o lo bien que se nos dé hablar en público, cada vez se nos da mejor. Recortamos muletillas, nos expresamos mejor, interiorizamos los contenidos más fácil y velozmente…

Sé que estoy pluralizando, pero es imposible no hacerlo. Me veo a través de mis compañeros, y su mejora es la mía. Nos retroalimentamos. 



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"Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada". William Shakespeare (1564-1616)

Dramaturgo, poeta y actor inglés. 


jueves, 19 de noviembre de 2015

Madrid Medieval


Esta vez la actividad consistía en poner a prueba nuestra capacidad como guías llevando a los alumnos de 1ªGIAT y 1ºAAVV mediante nuestras explicaciones a través de las calles del Madrid Medieval.

Nuestro grupo tuvo la suerte de contar con la supervisión de nuestra profesora de Procesos de Guías y experta en la materia a la cual aprovecho para mandar un saludo y agradecer su ya conocido feedback con el que mediante correcciones y consejos nos ayuda a ver nuestra actuación desde un punto de vista más objetivo que nos permite entender cómo podemos mejorar.

Mi participación en la actividad tendría lugar al final de la ruta, era el responsable de dar las explicaciones de los dos últimos puntos de la visita, La Plaza de San Miguel y La Plaza de Puerta Cerrada.

 Comencé la mañana muy nervioso ya que tenía algunas dudas sobre si seríamos capaces de desarrollar la actividad sin problemas ni imprevistos, pero según fui viendo la participación de mis compañeros y se iba acercando el momento de mi participación me iba tranquilizando y mentalizándome en que todo iba a salir bien.

Siendo auto crítico al sentirme el foco de atención me aceleré en las explicaciones lo que pudo  dificultar la comprensión de algunos datos, para la próxima actividad me centrare en intentar adecuar la velocidad de mi discurso e intentar asegurarme que la gente sigue el hilo de todas las explicaciones.

Creo que la actividad salió bastante bien en líneas generales pero todos tenemos margen de mejora, sobre todo si le ponemos más trabajo y empeño.

Agradecer a nuestro público su presencia y atención ya que sin ellos no tendríamos la ocasión de practicar de esta manera tan real.


Un saludo para ellos y todos nuestros lectores.

martes, 17 de noviembre de 2015

El Madrid Medieval y sus secretos

Bueno, he de decir que mi segunda experiencia como guía no fue tan satisfactoria como la primera. El ensayo fue bien, porque además nos hicimos un poco más con la ruta, que yo no conocía para nada. La ruta en sí… fue un poco más complicada.

En un primer momento, mientras el resto de grupos se iban con su “público”, nosotros teníamos sólo dos “turistas”, y cuando llegaron el resto ya íbamos por el segundo punto del recorrido, así que nos pusimos algo nerviosos al ver que sólo había dos personas escuchándonos.

Luego la ruta fue un poco mejor, al llegar más gente, porque la atención no sólo se centraba en una persona, por nuestra parte, sino que podíamos mirar más caras y saber que nos estaba escuchando más gente, y eso es muy enriquecedor.

Mi único problema fueron los nervios, que me hicieron mirar alguna que otra vez el guión que llevaba y hacían que se me fueran palabras de la mente, y eso, creedme, es muy incómodo cuando tienes a tanta gente que te mira.


Sin embargo, los compañeros que fueron de observadores de nuestra ruta fueron muy comprensivos y en ningún momento se quejaron del largo recorrido o de nuestros propios errores, así que, de nuevo, tengo que decir que me alegro haberla hecho. ¡Una experiencia nueva! Ahora puedo guardarla en el cajón de experiencias y volver a por una nueva.

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Comenzando por la ruta medieval...



El pasado día 4 de octubre realizamos nuestra primera visita guiada oficial por Madrid. Los afortunados oyentes elegidos fueron los alumnos de 1º de GIAT y 1º de AAVV. Los 3 grupos de nuestra clase nos repartimos a los alumnos, con tan mala suerte que los que correspondían a mi grupo (Vanessa, María G, María S, Robert, Paula S y yo), llegaron con mucho retraso, salvo 2 alumnas y Elena, la profesora de Servicios de Información Turística.

Marina G y yo, que fuimos las primeras en hablar, y por tanto, las que “sufrimos” esta ausencia de público, pudimos comprobar que era casi más difícil hablar a dos personas que a un grupo numeroso.


En la calle de la Almudena, mi primer punto a explicar, se juntaron la falta de alumnos al limitado espacio -a compartir con los otros grupos-, y el sonido reverberante producido por el micrófono de los otros grupos, y del cual nosotros carecíamos. Todo esto me distrajo ligeramente a la hora de hablar, aunque el discurso fue bastante ágil y fluido, y conté todo lo que había que decir.


Al terminar este segundo punto, llegaron los alumnos rezagados y después nos dirigimos a la tercera parada de la ruta, la muralla árabe.


Este punto era mucho más extenso, tenía más contenido histórico y era de una temática algo más densa que la anterior, por lo que resultó más difícil mantener la atención de los presentes. Esto, sumado de nuevo al ruido del micrófono de la compañera del otro grupo, hizo que me resultara mucho más difícil realizar el discurso, llegando a perder el hilo en una ocasión y tardando en recuperarlo. Con los nervios, olvidé comentar algunos datos, aunque por fortuna, no los más relevantes.


Resumiendo, creo que el día de la visita realicé mi parte de la ruta algo peor que el día del ensayo. No obstante, en conjunto, el grupo lo hizo muy bien, y aunque hacia el final los alumnos prestaban menos atención, supimos defendernos bastante bien.



Marina A.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Múnich, una ciudad de contrastes

¿QUÉ VER EN MÚNICH?

Hay ciudades donde las visitas se convierten en un obligatorio, en la guía de cualquier persona que quiera disfrutar de unas buenas vacaciones, donde la mezcla de contrastes, culturas e historia den como resultado un recuerdo imborrable.

Münich cuenta con una historia potente, siendo la capital de la región de Baviera; elemento que el visitante notará de primeras en cuanto dé un paseo por el centro de la ciudad alemana, disfrutando de los colores, los olores a comida típica, así como del vestuario típico bávaro.

La capital bávara fue la cuna del movimiento nazi, pasado al que no renuncian sus habitantes, sino del que han tratado de aprender, acogiendo a todos los que quieren acercarse a conocer una ciudad enviadiable. La cervecería Hofbräuhaus, que data de 1589, es el claro ejemplo de ello. Conocida por ser uno de los lugares donde Hitler dio alguno de sus primeros discursos, en la actualidad acoge uno de los ambientes más cercanos y calurosos de Alemania, con una comida y un servicio al alcance de cualquier visitante.

Un recorrido donde la historia y lo moderno confluye a la perfección. Del Marienplaz, en el centro histórico, al Allianz Arena, uno de los estadios más espectaculares del planeta, donde el fútbol se vive de una forma diferente. Eso sí, con parada obligatoria en Olympiac Park, donde además de disfrutar del olimpismo, se puede disfrutar de una de las vistas sky line más espectaculares de la ciudad.

El Palacio de Nymphenburg, residencia de verano de la realeza alemana, o el campo de concentración de Dachau, serán también dos de las paradas obligatorias en la visita a Münich, en un nuevo contraste entre lo bello y lo dantesco, entre lo majestuoso y la dureza de la historia alemana, que cada año acoge millones de visitas.

Si lo que te gustan son los planes diferentes, a Múnich también puedes viajar con una tabla de surf bajo el brazo, para disfrutar de una de las cosas más raras de la ciudad, que no es otra que la de poder coger olas en pleno cauce del río Eisbach, en pleno centro de la ciudad.



COMIDA Y BEBIDAS EXCELENTES

Además de por su belleza arquitectónica e histórica, la capital bávara es reconocida por su deliciosa comida y sus excelentes cervezas, siendo desde 1810, el Oktoberfest, uno de sus mayores reclamos turísticos para disfrutar de todo ello.

Apunten estos nombres si van a visitar Múnich próximamente: Brezel: Panecillo crujiente con forma de lazo. Kartoffelsalat: Ensalada de patata. Brühwurst: Salchicha escaldada. Spanferkel: Cochinillo estofado. Radler: Cerveza con limonada.



Quizás, con ellas sea más que suficiente para disfrutar de un viaje, que a buen seguro no olvidará.

¿CUÁNDO VISITARLO?

Octubre para disfrutar del Oktoberfest o cualquier mes a partir de mayo, cuando el clima ofrece un sosiego y el frío va desapareciendo poco a poco.



Los inviernos en Múnich pueden ser un verdadero reto para aquellos visitantes que se atrevan a intentarlo en estos meses de frío. 


Laura

CAPRI



CAPRI, UNA ISLA PARA PERDERSE




No se sabe si Madonna pensaba en Capri cuando cantaba aquello de “la isla bonita”, pero está claro que Capri, es una de las islas más bellas del planeta, siendo un lugar paradisiaco.

Está localizada en el mar Tirreno, en el sur de Nápoles, desde donde deslumbra con sus colores y sus aguas cristalinas. Apenas tiene una superficie de 10,36 km², lo suficiente para enamorar a cualquiera que se atreva a buscar unas cuantas instantáneas en Google, para añadir este destino como de obligatoria visita.

La Marina Piccola, el Belvedere de Tragara o la Grotta Azzurra, son algunos de sus lugares mágicos, donde además, los amantes de la historia pueden encontrar alguna de las ruinas romanas más antiguas.

Capri es uno de esos lugares que invitan a crear, para dejar volar la imaginación y que las musas compongan su propia narración de lo visto. Federico Moccia o Albert Espinosa, el escritor catalán, han aprovechado su estancia en este lugar para dar vida a novelas como “Si tu me dices ven lo dejo todo, pero dime ven”.

Es por su belleza y por los rincones que lo componen uno de esos lugares que quiero visitar, para no olvidar jamás los encantos de este paraíso como la Villa San Michele, la Gruta Azul, La Piazzetta, Arco Naturale, entre una larga lista de maravillas que ofrece la isla.

Desde los años 50, Capri se ha convertido en uno de los lugares turísticos por excelencia para visitar, relajarse y conocer uno de los tesoros naturales más bellos de Italia.

Lo cierto es que a la pregunta, ¿a qué lugar te escaparías si pudieras?, la respuesta sería Capri, un lugar para perderse.





                                                                                                                 Samira Serroukh Serroukh