martes, 2 de febrero de 2016

Viajando por... el Valle de Arán


El pasado diciembre emprendí un viaje por carretera con mi familia para esquiar en la estación más grande de España: Baqueira-Beret.

La primera parada: Viella/Vielha, Lérida, Cataluña.Viella es una pequeña ciudad y capital del Valle de Arán, que consta de todas las comodidades básicas para vivir y sobre todo para el entretenimiento, principalmente el de nieve. También es el epicentro de ocio nocturno de la comarca, junto con Baqueira, gracias a su amplia oferta de restauración, con influencia vasca, francesa y sobre todo por sus producto típicos del Valle, que pueden adquirirse en las variadas tiendas y cafeterías de la región.


El apartahotel fue un gran acierto, ya que tuvimos una compañera de viaje de último momento, y el alojamiento admitía perros, un plus cada vez más en auge, sobre todo en hoteles de Pirineos y lugares frecuentados por excursionistas que realizan sus rutas con sus amigos caninos.

Este invierno no ha sido el mejor para los amantes de los deportes de nieve, y lo cierto es que no pudimos esquiar demasiado por la cantidad de piedras en las pistas. No obstante, los Pirineos catalanes ofrecen una gran cantidad de diversión en todas sus formas. Mi familia y yo pasamos las tardes conociendo Viella y algunos de los pueblos cercanos, lugares con mucho encanto y que cuidan sus calles con gran acierto, convirtiendo estos lugares en un espectáculo visual ideal para pasar unas vacaciones.


Uno de estos pueblos es Artíes, donde, a pesar de ser muy pequeño, podemos encontrar uno de los Paradores más bonitos de España, así como una amplia oferta gastronómica, restaurantes de pinchos, vinos y quesos, raclettes, fondues, etc, aptos para los paladares más exigentes.

A pesar del desbordamiento del río Garona el año pasado en Artíes, han reconstruido los puentes, caudales y casas dañadas muy rápidamente, y no se pueden apreciar los desperfectos.
Otro de los pueblos más bonitos de España, es Bossost, muy cerca de la frontera con Francia. Este, al igual que Artíes, y muchos otros pueblecitos del Valle de Arán, está presidido por su iglesia románica, muy bien conservada y con detalles dignos de ver.

A pesar del buen tiempo, la nieve era lo que buscábamos, por lo que la vuelta a casa resultó algo amarga. No obstante, es recomendable visitar el Valle de Arán, planificando las actividades para aprovechar al máximo las posibilidades que este lugar ofrece.


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