El pasado 4 de Noviembre viví una
experiencia que nunca antes había hecho, realicé junto con mis compañeros de
clase mi primera ruta guiada por Madrid. Siempre había estado al otro lado, como turista, y nunca me había imaginado que se sentía al realizar tú mismo una ruta y explicársela a un grupo de personas... La ruta elegida fue Madrid Medieval, y
aunque desgraciadamente no queda mucho de los edificios, murallas, calles, etc
en la actualidad fue una experiencia muy satisfactoria. Quizás por mi propio
desconocimiento de la historia de nuestra ciudad en aquella época, aprendí
muchas historias de zonas de la ciudad por la que había pasado en numerosas
ocasiones y que desconocía.
El miércoles 28 hicimos un ensayo
general de la ruta, lo cual nos ayudó mucho para el día clave. Pudimos
practicar donde nos íbamos a parar, los puntos para oírnos mejor, etc. Aunque claro
está, ese día no había tantos nervios…
Mi grupo y yo decidimos vestirnos
de una manera seria para dar imagen de profesionalidad, las chicas del grupo íbamos
con falda y chaqueta negra, camisa blanca y por supuesto nuestro pañuelo
azul-verdoso identificativo, también decidimos hacernos una trenza para ir lo
más parecidas posibles. El único chico del grupo, iba de traje oscuro y
gabardina.
El punto inicial era la Plaza de
la Armería entre la Catedral de la Almudena y el Palacio Real, la hora de comienzo
era a las 9:30. Nos dividimos en 3 grupos de guías con alumnos del centro de
las clases de primero de GIAT y de Agencias.
Cual fue nuestra sorpresa cuando
a la hora del comienzo sólo teníamos a 2 personas para realizar la ruta… al
principio fue un poco frustrante, pero en la siguiente parada vino el grueso
del grupo y finalmente pudimos realizar la ruta con un grupo numeroso.
Yo realicé 2 paradas, la primera
en la Plaza del Humilladero donde entre otras cosas hablé de la sociedad
madrileña en aquella época, la convivencia de las 3 culturas y la figura de San
Isidro, puesto que allí se encuentra el Museo de los Orígenes de la ciudad,
donde el Santo vivió junto a su mujer. La otra parada, fue la cercana Plaza de
la Paja, donde expliqué la vida de la nobleza de la ciudad, las principales
familias, sus costumbres, anécdotas y forma de vida… así como una descripción
de los edificios que nos podemos encontrar en la transitada plaza.
Mis compañeros realizaron un
trabajo excepcional, cada uno de ellos defendió perfectamente las paradas
asignadas, y en todo momento, estuvimos muy unidos llevando al grupo por ese
entresijo de calles del centro de Madrid, muy cómodamente hasta finalizar la
ruta en la Plaza de Puerta Cerrada.
Como experiencia, me gustó mucho
sentir la satisfacción de haber realizado con éxito algo que nunca me hubiera
imaginado hacer. Me gustó el trabajo en equipo, por lo que me sentí muy cómoda.
Y me encantaría volver a repetir…
Sólo tengo palabras positivas de
la experiencia!
Vanessa.
Yo tambien estoy deseando repetir, creo que el sentirse orgulloso del trabajo realizado en una de las sensaciones de placer más auténticas que existen y si es en equipo mucho más porque se puede compartir. Y estoy convencida de que vais a vivir muchas más durante este curso.
ResponderEliminarBravo!
Gli